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LA DOLOROSA
Procesión de Semana Santa murciana
A |
caricia el aire su estandarte,
abriendo camino al paso,
del trono majestuoso
entre el gentío expectante.
Que a su paso, va creando
una emoción envolvente,
a los fieles y curiosos
que de todos lados vienen.
Trae la brisa melodiosa
que difunde por el aire,
calor de cera fundida
color y brillo radiantes.
Cofrades devotos todos,
capirotes que recortan
el perfil del horizonte.
Dádivas de caramelo,
que acogen con entusiasmo
esas manos que se abren,
y elevan sus oraciones
y su penitencia al cielo,
con gran fervor y donaire.
Va caminando el cortejo,
bello soporte dorado
que argumenta la Pasión,
que desliza y balancea,
soportando con esfuerzo,
el nazareno portador.
Y en sus corazones cuaja
un cierto lazo anudado,
como fusión blasonado,
¡de lo divino y humano,
en la imagen del Señor!.
Hipólito Romero Hidalgo
de su libro
"LA ANTORCHA DE MI VIDA"